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Patent Searching and Data


Title:
FLOWERING-INDUCING COMPOSITION
Document Type and Number:
WIPO Patent Application WO/2024/083273
Kind Code:
A1
Abstract:
Flowering-inducing composition containing bacteria from Brevibacterium celere C-924 strain and excipients or stabilizers. The mentioned agent can increase the number of flowers and produce an earlier inflorescence in cultivated plants. A method to induce plant flowering based on administering a composition containing bacteria from Brevibacterium celere C-924 strain to the soil or a substrate. Utilization of bacteria from Brevibacterium celere C-924 strain to produce a flowering-inducing composition in plants.

Inventors:
MENA CAMPOS JESÚS (CU)
LEÓN BARRERAS LICETTE DE JESÚS (CU)
MOREIRA RUBIO ALAIN (CU)
GARCIA SANTOS LEYENIS (CU)
GONZALEZ BLANCO SONIA (CU)
WONG PADILLA IDANIA (CU)
PÉREZ GONZÁLEZ EIKEL (CU)
RAMÍREZ NÚÑEZ YAMILKA (CU)
BASULTO BAKER ROBERTO (CU)
GARCÍA SIVERIO MARIANELA (CU)
Application Number:
PCT/CU2023/050004
Publication Date:
April 25, 2024
Filing Date:
October 17, 2023
Export Citation:
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Assignee:
CT INGENIERIA GENETICA BIOTECNOLOGIA (CU)
International Classes:
A01N63/20; A01P15/00; A01P21/00; C12N1/20
Foreign References:
EP2154121A22010-02-17
EP3858141A12021-08-04
Other References:
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CULTIVOS TROPICALES, vol. 25, no. 2, pages 53 - 67
Attorney, Agent or Firm:
ACOSTA BUXADÓ, Jose Angel (CU)
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Claims:
REIVINDICACIONES

COMPOSICIÓN INDUCTORA DE LA FLORACIÓN

1. Composición inductora de la floración que comprende la cepa C-924 de la bacteria Brevibacterium celere, depositada el 5 de agosto de 1995 con N° de Depósito CBS 613.95 en el Centraalbureau voor Schimmelcultures (CBS), Baarn, Holanda, y excipientes o estabilizantes, a una concentración entre 106 y 1012 unidades formadoras de colonias (ufe) por gramo de composición sólida o mL de composición líquida.

2. Método para inducir la floración en plantas que comprende la administración al suelo o sustrato de una composición que comprende la cepa C-924 de la bacteria Brevibacterium celere.

3. El método de la reivindicación 2 donde la concentración de la bacteria en la composición está entre 106 ufe y 1012 ufe por gramo de composición sólida o mL de composición líquida.

4. El método de acuerdo a la reivindicación 2 donde la planta se selecciona del grupo compuesto por tomate (Lycopersicon esculentum Mili), pepino (Cucumis sativas), banano (Musa sp.), guayaba (Psidium guajava L.) y Sacha Inchi (Plukenetia volubilis L).

5. El método de acuerdo a la reivindicación 2 donde la planta es ornamental.

6. El método de acuerdo a la reivindicación 5 donde la planta ornamental es la rosa (Posa sp).

7. El método de acuerdo a la reivindicación 2 donde la administración de la composición se realiza antes, durante o después de la siembra de la planta.

8. Uso de la cepa C-924 de la bacteria Brevibacterium celere para la fabricación de una composición inductora de la floración de las plantas.

José Angel Acosta Buxadó, I ng. , MC.

Representante Legal, CIGB

Description:
MEMORIA DESCRIPTIVA

COMPOSICIÓN INDUCTORA DE LA FLORACIÓN

Campo de la técnica

La presente invención se relaciona con el campo de la microbiología del suelo, la agricultura y la aplicación de inductores florales no hormonales. En particular, la invención revela una composición inductora de la floración, capaz de sustituir a inductores de origen hormonal o químico, sin afectar el equilibrio biológico ni el medio ambiente.

Estado de la técnica anterior

El interés por el empleo de microorganismos benéficos nativos y no nativos, para mejorar el rendimiento de los cultivos, y así aumentar la producción de alimentos, ha crecido en años recientes. Ello se debe al aumento de los problemas asociados al uso de productos químicos (incluye productos hormonales) en la agricultura, y los impactos negativos que éstos han tenido sobre la salud y el medio ambiente.

Existen en el suelo numerosos microorganismos con potencialidades, que se han incluido en diferentes prácticas de manejo integrado de plagas, y que han influido en el incremento de la productividad agrícola (Avis y col. Soil Biology and Biochemistry 40(7):1773-1740, 2008). Existen reguladores de crecimiento que se utilizan para la buena productividad de los vegetales. También otros que se investigan, con el propósito de aplicarlos en las diferentes etapas de desarrollo y productividad de las plantas, con el fin de aumentar y estabilizar la producción.

La rizosfera define la región del suelo que rodea inmediatamente la raíz y está bajo su influencia biológica y física. Las rizobacterias constituyen un grupo de bacterias diversas filogenéticamente que ocupan la zona de la rizosfera, y desplazan a otros microorganismos de esta región rica en nutrientes. Además, pueden presentar interacciones con las plantas que promueven o inhiben el crecimiento de éstas (Kloepper y col. Curr.Microbiol.4:317-320, 1980).

Un microorganismo cualquiera puede afectar a la planta mediante diversos mecanismos, y las condiciones de cultivo pueden invalidar o resaltar los efectos de las interacciones (Carrillo-Castañeda y col. Biotecnología Aplicada. 17: 171-176, 2000). Los estudios de casos principales proporcionan evidencias de que los compuestos orgánicos volátiles liberados por diversos microorganismos (por ejemplo, Bacillus sp., Pseudomonas sp., Arthrobacter sp., Fusarium sp. y Alternarla sp.) pueden estimular el crecimiento en una plántula "objetivo" específica, como Arabidopsis y tabaco (Fincheira y Quiroy. Microbiological Research, pp 63-75,2018). La estimulación del crecimiento por el efecto de la espermosfera y la rizosfera comprende por lo general saprótrofos, pero puede incrementar selectivamente grupos específicos de simbiontes en diferentes interacciones (Whipps. Journal of Experimental Botany ; 2001 ; Vol. 52, No. 90001 , pp. 487-511).

Ciertas bacterias de la rizosfera pueden estimular el crecimiento de las plantas y reducir los ataques de agentes patógenos del suelo y de la semilla (Zablotowicz, R. M. y col. The rhizosphere and plant growth. D.L. Keister and P.B. Cregan (ed.), Kluwer Academic Publishers, Dordrecht. The Netherlands, 1991 , p. 315-326). Un ejemplo práctico de lo anterior ha sido la cepa bacteriana C-924, que fue revelada en la patente EP0774906. Esta cepa se evaluó y clasificó inicialmente (por métodos bioquímicos) como Corynebacteríum paurometabolum, mediante el sistema de referencia API-50 CH. La cepa fue depositada: por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba ? en el Centraalbureau Voor Schimmelcultures, en Baarn, Países Bajos (Nro. de Depósito CBS 613.95). Se reportó su amplia actividad plaguicida y antiparasitaria. La especie Corynebacteríum paurometabolum se reclasificó posteriormente como Tsukamurella paurometabola. Más adelante, se demostró la actividad biofertilizante de esta misma cepa bacteriana, nombrada C-924 (Patente EP2154121). Después, la cepa fue reevaluada, mediante métodos moleculares, bioquímicos, morfológicos y fisiológicos en el Institute of Microbiology, Chinese Academy of Science, donde se identificó como Brevibacteríum celere.

Por otro lado, la inducción floral es un proceso fisiológico, en el cual tiene lugar un cambio cualitativo en el metabolismo de las hormonas. La previa iniciación floral, según Ramírez y col. (Hort Science 45(10:1453-1458, 2010)), se define como la división y elongación celular que da origen al inicio del desarrollo de brotes, que pueden ser reproductivos (sólo flores), vegetativos (sólo hojas) o mixtos (hojas y flores en la misma estructura floral). La inducción floral en los frutales es un proceso en el cual las yemas, originalmente vegetativas, experimentan cambios metabólicos para transformarse en yemas florales, y es controlada por factores ambientales, ontogénicos y fisiológicos (Bernier, G. Ann. fíev. Plant_Physiol. 39: 175-219, 1988). Se conoce la fisiología de la inducción floral, por lo que es posible programar las cosechas mediante aplicación de productos químicos, biológicos y otras técnicas de manejo de cultivo que prolongan, anticipan o retrasan la época de oferta de los frutos. Incluso, se producen determinados cultivos fuera de su área natural de adaptación (producción forzada), se aumenta la competitividad en los mercados nacionales e internacionales y se promueve el uso eficiente de los insumos, como los fertilizantes y plaguicidas (Davenport y Nuñez. CAB International. 1997, pp 69-146). Las múltiples vías reguladoras que controlan la floración y el desarrollo de las flores son vahadas y complejas, y requieren un control estricto de la expresión génica y los niveles de proteínas. (Hong y Jackson. Plant Biotechnology Journal, pp 1-11 , 2015).

Las hormonas vegetales clásicas son los primeros factores que vienen a la mente al resumir los componentes químicos que influyen en el tiempo de floración. Pero es difícil formular un esquema común de la red metabólica reguladora de fitohormonas en diferentes especies de plantas, con respecto al tiempo de floración. La aplicación externa de hormonas vegetales podría potencialmente perturbar vahados procesos (lonescu y col. Journal of Experimental Botany, 68, 3, 2016). Por otro lado, existen múltiples ejemplos en cuanto a que las hormonas vegetales o fitohormonas pueden tener efectos adversos sobre la salud humana (https://www.conasi.eu/blog/consejos- de-salud/ fitoestrógenos).

Existen productos químicos que logran aumentar considerablemente la formación de los primordios florales, cuando se desea inducir la floración. Por ejemplo, en la lechosa (Carica papaya L.) se ha utilizado Benzotiazol™ y se ha logrado incrementar la producción en un 66,7% (Engormix, https://www.engormix.com, 2020), pero estos tratamientos hormonales son mal recibidos por los ecologistas y el consumidor promedio. Por tanto, se hace necesaria la identificación de nuevos inductores florales, que sean amigables con el medio ambiente, y que no incidan negativamente en la salud de los consumidores.

DESCRIPCIÓN DETALLADA DE LA INVENCIÓN

La presente invención resuelve el problema antes planteado, al proveer una composición inductora de la floración que comprende bacterias de la cepa microbiana C-924 de B. celere y excipientes o estabilizantes. Dicha cepa se depositó bajo el número CBS 613.95. En una realización de la invención, en la composición hay una concentración de la bacteria entre 10 6 ufe y 10 12 ufe por gramo de composición sólida o mL de composición líquida.

La disponibilidad de un microorganismo del suelo, perteneciente a la especie B. celere (Ivanova y col. Int. J. Syst. Evo!. Microbiol. 54(Pt 6): 2107-2111 , 2004), que es capaz de actuar como inductor floral, puede minimizar o evitar el uso de otros inductores florales. Estos mayormente son hormonas y productos químicos, con efectos adversos sobre el medio ambiente y la salud del hombre. La presente invención soluciona la compleja problemática del uso de inductores florales en numerosos cultivos que los necesitan.

Como esta cepa bacteriana fue aislada de la rizosfera, se aplica al suelo y no al follaje, es amigable con el medio ambiente y no tiene incidencias negativas en la salud humana. Por ello, se puede asegurar que el problema de la técnica se resuelve con el uso de un inductor microbiano de la floración, la cepa C-924 de B. celere, lo cual constituye una novedad en este campo de la técnica. Hasta la fecha, no existen ejemplos de que un microrganismo sea directamente utilizado como inductor floral. En la presente solicitud se demuestra, por primera vez, la capacidad de la cepa C- 924 de incidir positivamente en la floración de diversas especies de plantas cultivadas. La aplicación de la cepa bacteriana C-924 de B. celere al suelo se realiza sobre un sustrato orgánico (químicamente activo) o en combinación con un portador de materia orgánica y/o aminoácidos. El microorganismo se aplica como una suspensión celular acuosa. En una materialización se aplica a partir de un polvo, a una concentración de 10 12 ufc/g de composición sólida, que se resuspende a razón de 5 - 25 gramos en 10 L de agua, antes de aplicar al suelo o sustrato.

Es objeto de la invención un método para inducir la floración en plantas que comprende la administración al suelo o sustrato de una composición que comprende bacterias de la cepa C-924 de B. celere. En una realización de la invención, en dicho método la concentración de la bacteria en la composición está entre 10 6 ufe y 10 12 ufe por gramo de composición sólida o mL de composición líquida.

Algunos de los cultivos de importancia económica donde puede usarse la cepa microbiana C-924 son las solanáceas (como el tomate), las cucurbitáceas (como el pepino), las musáceas (como el banano), las mirtáceas (la guayaba), las euforbiáceas (Sacha Inchi) y las plantas ornamentales como las rosáceas (rosas).

En una realización particular del método de la invención la planta se selecciona del grupo compuesto por tomate (Lycopersicon esculentum Mili), pepino (Cucumis sativus), banano (Musa sp.), guayaba (Psidium guajava L.) y Sacha Inchi (Plukenetia volubilis L). En otra realización, la planta es ornamental. En una realización particular la planta ornamental es la rosa (Posa sp). En el método de la invención la administración de la composición al suelo o sustrato se realiza antes, durante o después de la siembra de las plantas. En dicho método, la composición de C-924 se administra combinada o mezclada con otros microorganismos. Es también objeto de la invención el uso de bacterias de la cepa C- 924 de B. celere para la fabricación de una composición inductora de la floración de las plantas.

Ejemplos de realización

Ejemplo 1. Influencia de la cepa bacteriana C-924 de Brevibacterium celere en la floración del tomate.

Se estudió la influencia de la cepa bacteriana C-924 de B. celere en la floración de plantas de tomate (Lycopersicon esculentum Mili, híbrido FA-180). Para ello se utilizó una casa de cultivos protegidos (invernadero) de 0,09 ha de superficie, sobre un suelo tipo Pardo Sialítico (Hernández-Jiménez y col. Cultrop, 2019; vol. 40 no. 1 : a15-e15), con un contenido de materia orgánica lábil del 3% y materia orgánica total del 12%. El suelo estaba libre de fitonemátodos parásitos y microorganismos fitopatógenos. Se dividió la casa de cultivos en 16 parcelas (cada una con 19,25 m 2 de área), donde se estableció un diseño experimental con cuatro tratamientos e igual número de réplicas, en la siguiente forma:

1. Tratamiento con una suspensión acuosa concentrada (5,0 x 10 11 ufc/mL) de bacterias de C-924, a razón 10 L/ha, aplicada por el sistema de fertirriego antes del transplante de las posturas de tomate. La suspensión final aplicada a la zona donde se establece la rizosfera de las plantas fue de 5,0 x 10 7 ufc/mL de suspensión. Se realizaron otras dos aplicaciones, cada 21 días, durante el ciclo del cultivo. El resto de las actividades en este tratamiento fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento Testigo (No. 4).

2. Tratamiento con una suspensión acuosa concentrada (5,0 x 10 11 ufc/mL) de bacterias de la cepa bacteriana C-924, a razón 4 L/ha, aplicada por el sistema de fertirriego antes del trasplante. La suspensión final aplicada a la zona donde se establece la rizosfera de las plantas fue de 5,0 x 10 6 ufe /mL de suspensión. Se realizaron otras dos aplicaciones, cada 21 días, durante el ciclo del cultivo. El resto de las actividades en este tratamiento fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento Testigo (No. 4). 3. Tratamiento hormonal: Hormoton™ 2SL (a 5 mL/L de agua), en aplicaciones con aerosol foliar (dos veces por semana), según las instrucciones del “Manual para la Producción Protegida de Hortalizas” (Casanova y col. https:// isbn.cloud/9789803183271/manual-para-la-produccion-protegida -de-hortalizas- version-digital/, 2007). Esta hormona incide positivamente en la producción y la fertilidad del polen de las flores. El resto de las actividades en este tratamiento fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento Testigo (No. 4).

4. Tratamiento Testigo: Sin inductores florales. El manejo del cultivo fue llevado a cabo según las instrucciones del “Manual para la Producción Protegida de Hortalizas” (Casanova y col., 2007), excepto en el aspecto de la aplicación de inductores florales, ya que no se aplicó ninguno en este tratamiento.

Los tratamientos con la suspensión bacteriana en estudio se realizaron mediante una bomba auxiliar al sistema de riego localizado (por goteo), con una norma de entrega total de riego de 1 L por metro cuadrado, y de acuerdo a los parámetros establecidos para el fertirriego en “Manual para la Producción Protegida de Hortalizas” (Casanova y col., 2007).

El porcentaje de plantas en floración se determinó 15 días después del trasplante. Cada 15 días, se realizaron mediciones y conteos en cada planta de la parcela (40 plantas) de los siguientes parámetros:

• Porciento de plantas en floración.

• Número de racimos florales por planta.

• Número de flores por planta.

En la Tabla 1 se muestra un resumen de los resultados de la primera evaluación, 15 días después del trasplante de las posturas. Fue significativamente superior el porcentaje (%) de plantas en floración, el número de racimos por planta y el número de flores por planta en los tratamientos donde se empleó la cepa bacteriana C-924 de B. celere, en ambas concentraciones. No se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los resultados de las variables medidas para las dos concentraciones de la cepa bacteriana de B. celere (tratamientos 1 y 2), sin entre los resultados sin el microorganismo. Adicionalmente, se observó un adelanto en la aparición de los primordios florales de una semana en los tratamientos 1 y 2, con respecto a los tratamientos 3 y 4. Se demostraron las propiedades de este microorganismo como inductor floral en condiciones de campo. Tabla 1. Medias de los parámetros evaluados en cada tratamiento.

En cada parámetro o medición, medias con letras diferentes tienen diferencias significativas, según la prueba de Tukey, (p < 0,05). Los parámetros se evaluaron 15 días después del trasplante.

En la Tabla 2 se muestran los resultados del conteo de racimos florales por planta y del número de flores por planta, realizado 60 días después del trasplante.

Tabla 2. Medias de los parámetros evaluados en cada tratamiento.

Medias con letras diferentes tienen diferencias significativas, según la prueba de Tukey (p < 0,05). Los parámetros se evaluaron 60 días después del trasplante.

Los valores de los parámetros evaluados en los tratamientos 1, 2 y 3 fueron significativamente superiores a los alcanzados con el tratamiento 4 (Testigo, sin inductor floral). Sorprendentemente no hubo diferencias estadísticamente significativas entre los tratamientos 1 , 2 Y 3. En el Tratamiento 4 se observó un número considerable de abortos florales y el no cuaje de frutos durante el ciclo del cultivo.

De acuerdo con este resultado, se considera ventajoso el empleo de C-924 como inductor floral en plantas de tomate, al incidir en el incremento del número de flores y frutos. Además, el inductor microbiano puede sustituir al tratamiento hormonal, que es indeseado por ecologistas y consumidores. Ejemplo 2. Influencia de la cepa bacteriana C-924 de Brevibacterium celere en la floración del pepino.

Se estudió la influencia de la cepa C-924 de B. celere en la floración de las plantas de pepino (Cucumis sativus, var. TropicalSS-5), en condiciones de Organoponía Semiprotegida con sustrato químicamente activo. Se seleccionó un cantero de más de 200 plantas, con un sustrato orgánico químicamente activo (libre de fitonematodos parásitos y microorganismos fitopatógenos), compuesto por un 25% de suelo Ferralítico Rojo (Hernández-Jiménez y col. Cultrop, 2019; vol. 40 no. 1 : a15-e15), 25% de zeolita y 50% de humus de lombriz (Rodríguez A y col. Manual Técnico para Organopónicos, Huertos Intensivos y Organoponía Semiprotegida. Sexta Edición, ISBN: 959-246-030-2, 2007).

Dicho cantero se dividió en 9 parcelas, de 20 plantas cada una, como unidad experimental. El diseño experimental consistió en tres tratamientos e igual número de réplicas, en la siguiente forma:

1. Tratamiento con una suspensión a partir de una formulación en polvo (2,0 x 10 12 ufc/g) de la cepa bacteriana C-924. Para preparar la suspensión se empleó una dosis de 2,5 kg del polvo/ha. La suspensión acuosa previamente preparada se aplicó mediante una regadera manual antes de la siembra directa de las semillas de pepino. La suspensión final aplicada a la zona donde se establece la hzosfera de las plantas tenía una concentración de 10 7 ufc/mL. Se realizaron otras dos aplicaciones, cada 21 días, durante el ciclo del cultivo. El resto de las actividades fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento 3 (Testigo).

2. Tratamiento con una formulación en polvo (2,0 x 10 12 ufc/g) de la cepa bacteriana C-924 Para preparar la suspensión se empleó una dosis de 1 kg del polvo/ha. La suspensión acuosa previamente preparada se aplicó mediante una regadera manual antes de la siembra directa de las semillas de pepino. La suspensión final aplicada a la zona donde se establece la hzosfera de las plantas tenía una concentración 10 6 ufc/mL. Se realizaron otras dos aplicaciones, cada 21 días, durante el ciclo del cultivo. El resto de las actividades fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento 3 (Testigo).

3. Testigo: Sin inductores florales. El manejo del cultivo fue llevado a cabo según las instrucciones del “Manual Técnico para Organopónicos, Huertos Intensivos y Organoponia Semiprotegida” (Rodríguez y col. Sexta Edición, ISBN: 959-246-030-2, 2007).

Los dos tratamientos con la cepa C-924 de B. celere se realizaron mediante una regadera manual, suministrando al cultivo 0,25 L de suspensión por planta.

Durante el inicio de la floración hasta la primera cosecha (30 - 45 días después de la siembra) se contaron las flores por plantas en cada tratamiento. Los resultados de este seguimiento se resumen en la Tabla 3.

Tabla 3. Media del número de flores por planta desde el inicio de la floración hasta el momento de la primera cosecha.

Medias con letras ¡guales no difieren significativamente según la prueba de rangos múltiples de Tukey para p<0,05.

El número de flores fue superior en las plantas tratadas con C-924. Los resultados evidenciaron una influencia estadísticamente significativa de dicha cepa en la inducción precoz de la floración del pepino, por lo cual se recomienda su empleo como inductor floral en ese cultivo.

Ejemplo 3. Influencia de la cepa bacteriana C-924 de Brevibacterium celere en la emisión floral del banano.

Se realizó un estudio para determinar el efecto de la cepa C-924 sobre la emisión floral de las plantas de banano, cultivar Cavendish “Grande Naine” (Gran Enano), Musa sp. híbrido. Para ello se seleccionó un área en un suelo (libre de fitonematodos parásitos y microorganismos fitopatógenos), tipo Ferrítico Rojo Oscuro (Hernández- Jiménez y col. Cultrop, 2019; vol. 40 no. 1 : a15-e15). El suelo fue previamente fertilizado y también se le realizaron enmiendas orgánicas (Instructivo Técnico del Cultivo del Plátano: Ministerio de la Agricultura, Cuba, 2012).

El campo experimental consistió en un “cuadrado latino” de cuatro tratamientos y cuatro réplicas. Las parcelas fueron marcadas sobre surcos dobles de 20 plantas (futuros plantones), que representaron un área de 100 m 2 cada una. El régimen de riego fue automatizado por el sistema microjet localizado. Sobre este diseño se aplicaron los siguientes tratamientos:

1. Tratamiento con una suspensión acuosa de 10 7 ufe de bacterias de la cepa C-924/mL de agua, obtenidas directamente de la biomasa recién fermentada del microorganismo. En el momento del trasplante de las posturas de banano procedentes del vivero se le administró la suspensión bacteriana, mediante una regadera manual. El volumen de la suspensión final aplicada en la zona donde se establece la ñzosfera de las plantas fue de 10 L por planta. Se realizaron otras tres aplicaciones, cada 2 meses, que coincidieron con la fase Vegetativa- Reproductiva descrita para este cultivar, según Martínez y Gayón (Rev. Fac. Nac. Agr. Medellin 64:6055-6064, 2011). El resto de las actividades fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento 3 (Testigo).

2. Tratamiento con una suspensión de 10 6 ufe de la cepa C-924/mL de agua, obtenida directamente de la biomasa recién fermentada del microorganismo. En el momento del trasplante de las posturas de banano procedentes del vivero se le administró la suspensión bacteriana, mediante una regadera manual. El volumen de la suspensión final aplicada en la zona donde se establece la ñzosfera de las plantas fue de 10 L por planta. Se realizaron otras tres aplicaciones, cada 2 meses, que coincidieron con la fase Vegetativa- Reproductiva descrita para este cultivar, según Martínez y Gayón (2011). El resto de las actividades fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento 3 (Testigo).

3. Testigo: Sin inductores florales. El manejo del cultivo fue llevado a cabo según las instrucciones del “Instructivo técnico del cultivo del plátano” (Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales, 2012).

Se realizaron mediciones y conteos en cada una de las 20 plantas de cada parcela, entre los 116 y 235 días después del trasplante del material de siembra proveniente del vivero. Este período incluye las fases Vegetativa-Reproductiva y la Reproductiva- Productiva de este cultivar de banano (Martínez y Gayón, 2011), que encierra el momento calculado para la floración de este cultivar (173 días después del trasplante) hasta el final de la cosecha de esa floración (235 días).

El parámetro observado fue la cantidad de días de adelanto (promedio por planta) de la aparición de la inflorescencia de los tratamientos 1 y 2, con respecto al testigo (tratamiento 3). Los resultados se muestran en la Tabla 4. Tabla 4. Medias de los días de adelanto de la floración por planta.

Medias con letras iguales no difieren significativamente, según la prueba de rangos múltiples de Tukey para p<0,05.

La aplicación de C-924 en las dos concentraciones provocó un adelanto en el inicio de la floración de las plantas de banano. De acuerdo a lo anterior, se recomienda el empleo de C-924 como inductor floral en el cultivo del banano.

Ejemplo 4. Efecto de la cepa C-924 de Brevibacterium celere sobre la emisión floral en plantas de guayaba.

Se estudió el efecto de la cepa C-924 sobre la emisión floral de las plantas de guayaba (Psidium guajava L.), cultivar E.E.A 18-40 (Enana Roja Cubana). Para este fin, se seleccionó un área en producción de guayaba, en un suelo (libre de fitonematodos parásitos y microorganismos fitopatógenos) tipo Pardo Sialítico (Hernández-Jiménez y col. Cultrop, 2019; vol. 40 no. 1 : a15-e15).

Las parcelas fueron marcadas sobre surcos sencillos, en 4 bloques de 80 plantas cada uno, que representaron un área de 800 m 2 en cada bloque. El resto de las actividades en el cultivo se realizó de acuerdo al “Instructivo técnico para el cultivo de la guayaba”. Colectivo de autores. Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical. Ministerio de la Agricultura. Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales. Cuba, Primera edición: 2011.

Sobre la base del diseño antes descrito, se aplicaron los siguientes tratamientos:

1. Tratamiento con una suspensión a partir de una formulación en polvo (2,0 x 10 12 ufc/g del formulado) de la cepa C-924. Para preparar la suspensión se empleó una dosis de 2 kg del polvo/ha. La suspensión acuosa previamente preparada se aplicó mediante una regadera manual. Inmediatamente se realizó una poda foliar de todos los brotes florales en los 4 bloques experimentales. La suspensión final aplicada a la zona donde se establece la ñzosfera de las plantas tenía una concentración de 1 ,25 x 10 7 ufc/mL. Cada planta recibió aproximadamente 2 g de la formulación resuspendidos en 5 L. El resto de las actividades fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento 4 (Testigo).

2. Tratamiento con una suspensión a partir de una formulación en polvo (2,0 x 10 12 ufc/g del formulado) de la cepa C-924. Para preparar la suspensión se empleó una dosis de 2,5 kg del polvo/ha. La suspensión acuosa previamente preparada se aplicó mediante una regadera manual. Inmediatamente se realizó una poda foliar de todos los brotes florales en los 4 bloques experimentales. La suspensión final aplicada a la zona donde se establece la rizosfera de las plantas tenía una concentración de 1 ,25 x10 7 ufc/mL. Cada planta recibió aproximadamente 2,5 g de la formulación resuspendidos en 5 L. El resto de las actividades en este tratamiento fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento 4 (Testigo).

3. Tratamiento con una suspensión a partir de una formulación en polvo (2,0 x 10 12 ufc/g del formulado) de la cepa C-924. Para preparar la suspensión se empleó una dosis de 3 g del polvo/ha. La suspensión acuosa previamente preparada se aplicó mediante una regadera manual. Inmediatamente se realizó una poda foliar de todos los brotes florales en los 4 bloques experimentales. La suspensión final aplicada a la zona donde se establece la rizosfera de las plantas tenía una concentración de 1 ,5 x 10 7 ufc/mL. Cada planta recibió aproximadamente 3 g de la formulación resuspendidos en 5 L. El resto de las actividades en este tratamiento fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento 4 (Testigo).

4. Testigo: Sin inductor floral. El manejo del cultivo fue llevado a cabo según las indicaciones del “Instructivo técnico para el cultivo de la guayaba ’’(Colectivo de autores. Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical. Ministerio de la Agricultura. Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales. Cuba, Primera edición: 2011).

Se realizaron los conteos de floración en cada una de las 80 plantas (consideradas cada una como unidad experimental), en cada parcela (o bloque), entre el día 0 (poda y aplicación del producto) y 45 días después, teniendo en cuenta los siguientes parámetros: • Días que tardan en aparecer los brotes florales en las 20 primeras plantas de cada tratamiento.

• Promedio de brotes florales que emergieron por planta, en cada tratamiento, hasta los 45 días posteriores a la poda y los tratamientos.

En la Tabla 5 se resumen los resultados del estudio.

Tabla 5. Medias de los parámetros evaluados.

Medias con letras ¡guales no difieren significativamente según la prueba de rangos múltiples de Tukey para p<0,05

Los resultados mostrados en la Tabla 5 evidencian una influencia significativa de C- 924 en la inducción de la floración de la guayaba, tanto en la precocidad como en el incremento de brotes florales, por lo que es recomendado su empleo como inductor floral en este cultivo.

Ejemplo 5. Efecto de la cepa C-924 de Brevibacterium celere sobre la emisión de flores femeninas en plantas de Sacha Inchi.

Para el estudio se seleccionó un área en producción de Sacha Inchi (Plukenetia volubilis L.), en un suelo (libre de fitonemátodos parásitos y microorganismos fitopatógenos) tipo Ferralítico Rojo (Hernández-Jiménez y col. Cultrop 2019; vol. 40 no. 1 : a15-e15). Las parcelas fueron marcadas sobre surcos sencillos en 3 bloques, de 20 plantas cada uno, que representaban un área de 180 m 2 en cada bloque. El resto de las actividades en el cultivo se realizó de acuerdo al Manual de capacitación. “Manual de capacitación. Cultivo de Sacha Inchi (Plukenetia volubilis L.)”, 2008 (https://www.academia.edu/19770262/MANUAL_SACHA_INCHI).

Sobre este diseño se aplicaron los siguientes tratamientos:

1. Tratamiento con una suspensión a partir de una formulación en polvo (5,0 x 10 11 ufc/g) de la cepa bacteriana C-924 a una dosis de 2,5 kg/ha, aplicada mediante una regadera manual (donde se resuspendió el polvo en agua). La aplicación estuvo antecedida por una poda de producción, que incluyó la eliminación de todos los brotes florales que existían, en los 3 bloques experimentales. La solución final aplicada a la zona donde se establece la rizosfera de las plantas fue de 10 7 ufc/mL de suspensión, cada planta recibió aproximadamente 2,25 g de la formulación resuspendidos en 5 L de agua. El resto de las actividades fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento 3 (Testigo).

2. Tratamiento con Ácido Giberélico (60 mg/L), aplicado mediante atomizador foliar (Pezo y col. Scientia Agropecuaria 10(4): 455-460, 2019). El tratamiento estuvo antecedido por una poda de producción, que incluyó la eliminación de todos los brotes florales que existían, en los 3 bloques experimentales. El resto de las actividades fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento 3 (Testigo).

3. Testigo: Sin inductor floral. El manejo del cultivo fue llevado a cabo según las indicaciones del “Manual de capacitación. Cultivo de Sacha Inchi (Plukenetia volubilis L.)”, 2008 (https://www.academia.edu/19770262/MANUAL_SACHA_INCHI).

Se realizaron los conteos de floración en cada una de las 20 plantas (consideradas como unidad experimental), en cada parcela (o bloque), desde el día cero (aplicación de los productos), hasta 90 días después, teniendo en cuenta los siguientes parámetros:

• Días que tardan en aparecer las primeras flores femeninas en las 20 plantas de cada tratamiento.

• Promedio de todas las flores femeninas que emergieron por planta, en cada tratamiento, hasta los 90 días posteriores a los tratamientos.

Los resultados de la evaluación y conteos de estos parámetros se resumen en la Tabla 6. Tabla 6. Medias de parámetros evaluados.

Medias con letras iguales no difieren significativamente según la prueba de rangos múltiples de Tukey para p<0,05

Estos resultados, evidencian una influencia significativa de C-924 en la inducción de la floración en Sacha Inchi, tanto en la precocidad de la floración como en el incremento de las flores femeninas. No hubo diferencias significativas con el Ácido Giberélico, que es un reconocido inductor floral para varios cultivos, incluyendo Sacha Inchi (Pezo y col. Scientia Agropecuaria 10(4): 455-460, 2019). En este caso, la ventaja de usar bacterias de la cepa C-924 como inductor floral, en lugar del Ácido Giberélico (hormona), radica en que se evita el uso de un producto hormonal, con el empleo en su lugar de un microorganismo de la rizosfera.

Ejemplo 6. Efecto de la cepa C-924 de Brevibacterium celere sobre la emisión de flores en rosas.

Se estudió el efecto de la cepa C-924 sobre la emisión de flores en plantas de Rosa Roja (Rosa sp), para ello se elaboró un sustrato orgánico químicamente activo (libre de fitonemátodos parásitos y microorganismos fitopatógenos), compuesto por m 25 % de suelo Ferralítico Rojo (Hernández-Jiménez y col. 2019), 25 % de zeolita y 50 % de humus de lombriz (Rodríguez A y col., 2007).

Dicho sustrato se depositó en 60 macetas de 20 litros de capacidad cada una, donde posteriormente se sembraron esquejes de Rosas Rojas (Rosa sp.) que, bajo condiciones de invernadero (cultivos protegidos bajo plástico), se convirtieron en plantas productoras de flores (Yong. Cultivos Tropicales, vol. 25, no. 4, p. 53-60, 2004). El diseño experimental consistió en cuatro tratamientos con 20 réplicas (cada planta se consideró como una unidad experimental), que fueron tratadas de la siguiente forma:

1. Tratamiento con una formulación solida de C-924 (5,0 x 10 11 ufc/g de polvo), a una dosis de 2,5 g/maceta, aplicada en suspensión acuosa, mediante una regadera manual, después de una poda de producción donde se eliminaron todos los brotes florales. La solución final acuosa fue aplicada a cada una de las 20 macetas (plantas), a una dosis de 1 ,25 x 10 12 ufe, las bacterias fueron resuspendidas en 2 L de agua. El resto de las actividades fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento 4 (Testigo).

2. Tratamiento con una formulación solida de C-924 (5,0 x 10 11 ufe/g de polvo), a una dosis de 1 g/maceta, aplicada en suspensión acuosa, mediante una regadera manual después de una poda de producción donde se eliminaron todos los brotes florales. La solución final acuosa, aplicada a cada una de las 20 macetas (plantas) tuvo una dosis de 5 x 10 11 ufe, y las bacterias fueron resuspendidas en 2 L de agua. El resto de las actividades fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento 4 (Testigo).

3. Tratamiento con una formulación comercial de Bacillus subtilis (Fusvicur®. https://www.fertilizantesyabonos.com/fusvicur) a una dosis de 5 g/maceta, aplicada en suspensión acuosa, mediante una regadera manual después de una poda de producción donde se eliminaron todos los brotes florales. La solución final acuosa fue aplicada a cada una de las 20 macetas (plantas). El resto de las actividades fueron las mismas que las ejecutadas en el tratamiento 4 (Testigo).

4. Testigo: Sin inductores florales. Al igual que los tres tratamientos anteriores, se realizó una poda de producción donde se eliminaron todos los brotes florales. El manejo del cultivo fue llevado a cabo según las instrucciones de Yong (Cultivos Tropicales, vol. 25, núm. 2, pp. 53-67 Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas La Habana, Cuba, 2004).

Se realizaron los conteos de floración en cada una de las 20 plantas (consideradas cada una como unidad experimental), desde el día cero (aplicación de los productos), hasta 60 días después, teniendo en cuenta los siguientes parámetros:

• Días que tardan en aparecer las primeras flores en las 20 plantas de cada tratamiento.

• Promedio de todas las flores que emergieron por planta, en cada tratamiento hasta los 90 días posteriores a los tratamientos. Tabla 7. Medias de los parámetros evaluados.

Medias con letras iguales no difieren significativamente según la prueba de rangos múltiples de Tukey para p<0,05

Los resultados mostrados en la Tabla 7 evidencian una influencia significativa de C- 924 en la inducción de la floración en rosas, tanto en la precocidad como en el incremento de las flores, lo cual indica que es factible su uso como inductor floral en cultivos ornamentales. Por otro lado, el reconocido biofertilizante y bioestimulante a base de Bacillus subtilis (Fusvicur®) no tuvo incidencia positiva como inductor floral en estas condiciones.

José Angel Acosta Buxadó, I ng. , MC

Representante Legal, CIGB